domingo, 13 de marzo de 2011

“Si en España no existieran las ayudas estatales el cine se vendría abajo. Es fundamental”












La cineasta zaragozana Pilar Palomero ha estrenado diversos cortos premiados como “Sonrisas”, “Chan Chan” o “Niño Balcón” y actualmente trabaja como guionista en Aragón televisión.

¿Qué pretende transmitir en su corto “El niño balcón”?
“Niño Balcón” es un cuento donde el narrador cuenta la historia a través de diferentes lugares. Yo lo que quería transmitir era la metáfora de un niño que se queda atrapado ya que muchas veces a nosotros no nos queda más remedio  que sufrir lo mismo que le ocurre a este niño, ya sea por trabajo o por otras obligaciones. Nos sentimos atrapados. La metáfora es lo principal que quiero transmitir aunque, según el espectador, las interpretaciones son diferentes.

A la hora de realizar películas ¿qué es más recomendable, que tengan buen argumento o que sean rentables económicamente?
Yo creo que lo recomendable es un equilibrio entre ambos conceptos. Hay películas que no han funcionado en taquilla y que, sin embargo, han pasado a la historia del cine, como por ejemplo “Ciudadano Kane”. Para que una película arrase en taquilla depende de muchos factores: en primer lugar la repercusión mediática que tenga, los cines en las que se estrenen… Pero en general, una buena película es la que desarrolla un buen argumento.

Usted ha estudiado en Cuba en la Escuela de Cine ¿Como fue la experiencia de estudiar en esta institución?
La escuela es un sitio  muy peculiar, se está al margen de lo que es Cuba, lo vives porque la gente que está allí te cuenta sus experiencias, tanto los que están a favor del régimen castrista como los que no. Además hay cursos que se ofertan para verano a los que todo el mundo puede acudir ya que está financiada por entidades internacionales, es decir, la situación de la escuela es una paradoja con la situación de la sociedad que, al contrario que la escuela, no dispone de muchos medios.

En esta escuela de cine han estudiado personajes como García Márquez o Steven Spielberg ¿Ha influido el conocimiento que aprendió allí a la hora de realizar sus proyectos posteriores o ya le venía de antes?

Evidentemente me ha influido mucho, pero antes de mi paso por la escuela ya pretendía dedicarme a la elaboración de cortometrajes, al mundo de lo audiovisual. Sin embargo, fue una experiencia muy enriquecedora ya que los profesores, que no cobraban, intentaban enseñar todos sus conocimientos a través de clases más prácticas, es decir, se realizaban debates en el aula, cada uno daba su opinión. Y todo esto, unido a mi formación anterior, influyó en la elaboración de mis proyectos.

Después de realizar algunos cortos ¿Tiene en mente algún proyecto de futuro?

Todos los que hacemos cortometrajes tenemos guardadas en un cajón todas nuestras ideas. Cuando acabe la crisis- ya que llevar a cabo un cortometraje en esta situación es prácticamente inviable- tengo varios proyectos para llevar al cine. Lo que pasa es que con los recortes del 60% en materia de cine que llevó a cabo el Gobierno de Aragón el pasado año, la dificultad de llevar a cabo estos proyectos ha aumentado.

¿Qué opina usted de que el cine español esté subvencionado o no por el Estado?

En España ocurre, al igual que en toda Europa, que no hay industria cinematográfica. Al contrario, en EEUU no existe financiación estatal sino que la inversión es privada, pero sería muy iluso comparar la situación de la industria cinematográfica estadounidense con la situación en España, ya que la magnitud de esta industria es muy diferente en un país y en otro y, además, el número de espectadores y la importación de sus películas es totalmente distinta. Por lo tanto, si en España no existieran las ayudas estatales el cine se vendría abajo. Es fundamental.


Muchas personas desde pequeñas ya saben a lo que quieren dedicarse en el futuro. ¿Usted en su caso, ya desde pequeña su vocación se centraba en el mundo audiovisual o pensaba en otras vías?

Cuando era pequeña me gustaba mucho leer y pasaba mucho tiempo escribiendo mis historias. Además veía muchas películas y fue en el cine donde encontré una forma de contar esas historias. Normalmente asociaba las palabras que había escrito con imágenes y pienso que es necesario que  las palabras estén acompañadas por algo que las ilustre. Sin embargo, no veo tan necesario que las palabras acompañen a la imagen; una imagen por sí sola puede mostrar lo que las palabras no pueden ilustrar. Esta es la idea que sigo en mi corto “Chan Chan” donde no existe el diálogo, solo la imagen.


                                   JORGE ROY MARTÍNEZ

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