miércoles, 4 de mayo de 2011

Comentario "Miedo y asco en Las Vegas". Comparación fílmica-literaria

Para ofrecer un conocimiento general, aunque un poco superficial sobre la obra Miedo y asco en Las Vegas y sobre su autor Hunter S. Thompson, me he tomado la licencia de realizar una crítica literaria hacia el propio libro. Tras la crítica llevaré a cabo una comparación- análisis entre el libro y la película dirigida por Terry Gillian y distribuida por Lauren Films, centrándome en aquellos aspectos que más diferencien a una obra de otra. Por último, me centraré en el autor de la obra, Hunter S. Thompson ya que su vida tiene mucho que ver con la vida del protagonista de la novela Raoul Duke, un periodista deportivo en el que Thompson se encarnó.


Crítica literaria de la obra


Ácido, éter, amlys, mescalina, LSD y todo tipo de drogas psicodélicas son las sustancias sobre las que se basa la existencia de los personajes de la novela de Hunter S. Thompson, Miedo y asco en Las Vegas. La novela se encuentra englobada dentro del periodismo Gonzo o Nuevo periodismo del que su autor fue uno de sus referentes. En este tipo de periodismo, el autor se convierte en protagonista y catalizador de la acción, y en esta obra la línea que se sigue es la misma.


Dividida la obra en dos partes justificadas y recurriendo a la titulación tradicional de capítulos, Thompson vertebra una única narración basada en el protagonista de la obra, él mismo, aunque encarnado en la figura de Raoul Duke. Un periodista deportivo, que junto a su fiel escudero y abogado emprenderá una aventura delirante por los laberintos de Las Vegas. La historia se centra en la elaboración de un reportaje sobre un evento deportivo. Sin embargo, este acontecimiento solo será un pretexto para que el protagonista y su acompañante emprendan un tedioso viaje por los lugares más recónditos de Las Vegas en busca del tan ansiado Sueño Americano. Un camino que recuerda al descenso a los infiernos de Dante, acompañado por su abogado, Virgilio. Durante este viaje a lo más oculto del infierno, ambos tendrán que hacer frente a los empleados de casinos, camareros, policías especializados en narcóticos y demás representantes de la Mayoría Silenciosa. Y todo ello bajo los efectos de “nefandas sustancias químicas”. Finalmente, los dos compañeros conseguirán salir vivos de Las Vegas, aunque por el camino habrán dejado en el lector un humor alucinado y un clima de terror muy infrecuentes.

Con un estilo de lenguaje muy característico al del Nuevo Periodismo, al que Thompson pertenece, la obra se presenta como una lucha continua entre lo que depara la realidad y lo que ofrece la fantasía, la ficción, el mundo de las drogas alucinógenas… La realidad es una, pero la realidad que se les presenta a los personajes, y de la que los lectores son espectadores, es otra muy diferente, es una realidad fantástica, idealizada en el mundo de los animales. Continuamente, las alucinaciones producidas por las sustancias químicas tienen como punto principal el mundo salvaje, sobre todo los lagartos, las iguanas y los animales fantásticos. Sin duda, una obra que deforma la realidad, pero que a su vez ayuda a comprender mejor la realidad de los personajes y, en consonancia, la realidad del propio autor.


Comparación de la obra literaria con la obra fílmica

A la hora de llevar a cabo una comparación entre una obra literaria y esa misma obra adaptada al cine, es necesario centrarse en diferentes aspectos que se desarrollan a continuación:

·  En cuanto a los personajes que aparecen a lo largo de la trama en la obra Miedo y asco en Las Vegas, son los mismos en uno y en otro formato. Tanto en papel como llevado al cine, el protagonista de la obra es el periodista deportivo Raoul Duke, aunque como hemos dicho antes, en el fondo el periodista es Hunter S. Thompson. Junto al protagonista y guía de la obra, se encuentra su abogado, a que en ningún momento se designa con un nombre. En la obra fílmica, dicho personaje es interpretado por Benicio del Toro. Otros personajes que aparecen tanto en el libro como en la película, son personajes secundarios que hacen que la obra siga un hilo argumental.

·  En cuanto a las escenas o secuencias, las diferencias son más notables. Toda la película transcurre con escenas, que sino iguales, si que son parecidas a las del libro. Sin embargo, hay pequeños detalles que diferencian a un formato de otro. Vamos a poner dos ejemplos bastante representativos:

    1. El primero tiene que ver con la escena en la que el protagonista es parado por la policía. En la película, el director Terry Gillian incorpora un beso del agente de policía a Raoul Duke. Sin embargo, en el libro este gesto, o bien se omite, o bien no fue creado por Thompson.

    1. Otro ejemplo es la supresión total de una de las escenas del libro en la película. Me refiero a la escena situada en el capítulo 12 y en el capítulo 13 de la segunda parte del libro donde el protagonista intenta conseguir un mono sin llegar a conseguirlo y su viaje posterior a Denver “colocado” hasta las cejas. El argumento de estos dos capítulos no aparece en la película.


·  En cuanto a los diálogos entre los personajes, tanto en el libro como en la película, son diferentes según el formato, aunque en muchas ocasiones el director de la película Terry Gillian sí que siguió los diálogos originales de la obra escrita. Por ejemplo, en la escena en la que el abogado se encuentra “hasta las cejas” de ácido dentro de un bañera, Terry Gillian creyó conveniente que el diálogo entre abogado y protagonista fuera el mismo que se ve en el libro, ya que la escena era lo suficientemente importante como para mantenerla con lo mismos comentarios. La frase es la siguiente: “Una de las cosas que aprendes después de pasar tantos años tratando con gente de la droga es que todo es serio. Puedes darle la espalda a un individuo pero nunca le des la espalda a una droga… sobre todo cuando la droga enarbola un cuchillo de caza afilado como una navaja barbera ante tu ojos”. También se mantienen, tanto en la película como en el libro, los insultos del protagonista y de su abogado hacia La Mayoría Silenciosa, es decir, hacia la policía y todo tipo de autoridades. Algunos de estos insultos son “cerdos comemierdas” o“nido de víboras”, entre otros. Con referencia a esto llama la atención que el autor siempre animaliza las cosas, normalmente cuando los personajes consumen “nefandas sustancias químicas”, aunque también cuando parecen no hacerlo. Así, al coche lo reconoce como “La Ballena”; cuando describe el hall del hotel en el que se instalan habla de que es como un zoo donde los lagartos se comen a otros animales y el suelo está lleno de sangre; el protagonista también hace referencia a los lagartos y las iguanas cuando se encuentra en el punto álgido del “colocón”, en la cúspide de las alucinaciones. Da la sensación de que la droga que consumen (ácido, éter, amlys…) les provoca las alucinaciones y las visiones de que las personas son reptiles.

·  Existen otras diferencias entre el libro de Miedo y asco en Las Vegas y la propia película que es necesario mencionar. Por ejemplo, es evidente para todos los lectores que la lectura del libro abre mucho más la posibilidad de que “vuele” la imaginación del propio lector. De esta manera, la película es mucho más cerrada en ese sentido ya que lo que se muestra es la visión que el director de la película  tiene sobre una escena concreta y no lo que para el espectador significa. Sin embargo, es evidente que para  Hunter S. Thompson o lo que es lo mismo para el protagonista de la obra, Raoul Duke, la línea de la realidad y de la ficción no queda lo suficientemente clara, ya sea de manera voluntaria o por la acción de los “narcóticos”. En mi opinión, esa “no diferenciación” entre la realidad y la ficción es lo que le da a la obra un plus de calidad, la hace diferente a otras y provoca que el lector se enganche a su lectura. Al lector le gusta que la historia que lee le evoque cosas; pensamientos que en el mundo real serían imposibles de sentir.

En resumen, si tuviera que recomendar Miedo y asco en Las Vegas a alguien, sin duda recomendaría la lectura del libro antes que la visión de la película ya que, como he comentado, hace “volar” en mayor grado la imaginación del lector. Además, con la lectura del libro se puede disfrutar de todas las escenas, diálogos y personajes que Thompson incorporó a la historia, mientras que en la película nos tenemos que conformar con una historia más limitada.


Hunter S. Thompson y la influencia de su obra

Hunter S. Thompson fue uno de los referentes y creadores del denominado Periodismo Gonzo o Nuevo periodismo, una manera de hacer periodismo en el que el periodista trata una noticia (objeto) de manera directa y el periodista se convierte en parte importante de la propia noticia. Además en este tipo de periodismo se le da más importancia al contexto de la noticia que a la noticia en sí.

Por otro lado, lo que el periodismo Gonzo de Thompson pretendía era que un hecho concreto pudiese ser contado de manera más literaria, incorporando elementos críticos que la hiciesen especial. Ese estilo propio de Thompson y la apología que hacía de las drogas y del alcohol junto al trato mucho más crudo de la realidad, hacían de este estilo de periodismo un género propio muy cercano al Movimiento Beat surgido en los años 50 en los Estados Unidos, aunque, como he dicho, con un trasfondo mucho más duro y critico que el propio Movimiento Beat.

Otra de las enseñanzas que pretendía Thompson con el periodismo a lo Gonzo era la crítica constante a las autoridades y al sistema estadounidense. En su obra Miedo y asco en Las Vegas se puede ver una crítica constante al presidente, por entonces, de los Estado Unidos, Richard Nixon, y a la participación directa del país en la guerra de Vietnam.

Para finalizar, es importante decir que, tras todo lo comentado es evidente que el autor ha sabido plasmar de manera muy clara todo lo que se desarrolla en el periodismo Gonzo. Su obra cuenta con una escritura libre y desinhibida, se hace apología de las drogas y del alcohol, su estilo es netamente subjetivo al incorporarse al periodista como parte indispensable de la propia noticia y, además, se posiciona en lo contracultural y critica fervientemente el papel del poder y de las autoridades, así como la figura del presidente de los Estados Unidos, Richard Nixon y su participación en la guerra del Vietnam. En resumen, una obra y un autor que invitan al lector a profundizar más en el contexto histórico de la época y en la manera de hacer literatura que tenían los escritores de los años 50, 60 y 70.

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