miércoles, 25 de mayo de 2011

El negocio más dulce


Los productores de miel en Aragón son un grupo minoritario, sin embargo ofrecen un producto elaborado y de calidad

J.Roy Martínez. Ambel
Desde siempre, la apicultura ha sido vista por los ciudadanos como una práctica de ocio más que como un trabajo. Sin embargo, ante la crisis económica que azota a España, mucha gente ha decidido montar un negocio y adentrarse en el interesante, pero desconocido por muchos, mundo de las abejas. Pero ¿puede convertirse realmente en un trabajo alternativo a la crisis?.

A pesar de las enormes dificultades con las que se encuentran los apicultores en Aragón, la apicultura puede convertirse en una salida alternativa a la crisis, ya que puede proporcionar el sustento suficiente como para mantener a una familia en el medio rural, además de, en las pequeñas empresas, proporcionar puestos de trabajo.

Una parte importante para que el negocio pueda ser viable son las subvenciones que los productores de miel reciben de parte de la administración, además del amor de los propios apicultores hacia las abejas. Agustín Pellicer Corellano, productor de miel y propietario de Apiambel lo tiene claro: “Al principio se tienen pérdidas en el negocio pero las mínimas subvenciones que recibimos nos ayudan a poder aguantar. Todo es cuestión de trabajar y de esforzarse” .

Sin embargo, a pesar de que las ayudas recibidas de la administración suponen un sustento para las pequeñas empresas, también existen trabas que limitan al apicultor su negocio. Para recibir subvenciones hay que tener un mínimo de 100 colmenas, además de dar un tratamiento químico a éstas con productos autorizados. También hay que atenerse a la Ley de distancias mínimas que obliga a mantener distancias determinadas entre las colmenas. Además de una distancia mínima entre éstas y las fincas particulares. Otra de las trabas con las que se encuentra el apicultor es que hay que pedir permisos, tanto municipales como de la administración, para poner las colmenas y que éstas queden reflejadas en la denominada Cartilla Ganadera. También es necesario tener un seguro de responsabilidad civil y pertenecer a una Asociación de Defensa Sanitaria ( ADS). Todas estas trabas suponen un elevado desembolso económico para el productor, favoreciendo así a las grandes empresas, tal y como comenta Agustín Pellicer: “Está bien que haya regulación sanitaria pero en ocasiones las proporciones no se adecuan a las empresas pequeñas”.

Pero la dificultad más importante a la que se tienen que enfrentar los apicultores es a la venta de su producto envasado. Los bajos precios a los que se paga la producción, que llegan a pagarse por debajo del coste real, provocan que algunos apicultores, además de producir la miel también prefieran envasar y comercializar ellos mismos el producto, ya que de esta manera se evitan los intermediarios. Ana Isabel Martínez, propietaria de una tienda de productos aragoneses comenta:”Ahora mismo el precio de la miel monofloral es de 2.5 € el kilo. Nosotros en nuestra tienda la miel se vende muy bien y el comprador empieza a visitarnos exclusivamente para comprar ese producto.

En cuanto a las Asociaciones de Defensa Sanitaria ( ADS), nuestra comunidad cuenta con varias grupos de asociaciones, cuyas funciones engloban las tareas sanitarias de prescripción de medicamentos, un área de asesoría y ayudas (nociones fiscales y subvenciones. Tema de novedades legislativas), servicio de suministro de material apícola, y área de medio ambiente donde, a grandes rasgos, se controlan los pesticidas. Alfredo Villalba, veterinario responsable de la ADS ARNA apícola ofrece el número de productores de miel adscritos a la asociación:”En la Asociación están inscritos 300 productores de miel, lo que supone el 20% de productores apícolas de toda la comunidad. Nuestros productores han distribuido alrededor de 46.000 colmenas”

Además de toda la miel reservada para el consumo humano, también existen productos cosméticos elaborados con miel, lo que supone para el negocio una salida comercial más. Por lo tanto, en épocas de crisis la apicultura puede convertirse en una salida muy interesante para todos aquellos que, además de tener la iniciativa de montar un negocio, les guste la naturaleza y vivir en el medio rural.



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