miércoles, 23 de febrero de 2011

Comentario de texto de Vida y destino de Vasili Grossman

Vida y destino es una obra escrita por Vasili Grossman que salió a la luz por vez primera en 1980, cuando un grupo de disidentes soviéticos afincados en Suiza consiguieron publicarla. Anteriormente, su publicación había sido denegada en la Unión Soviética ya que lejos de glorificar al régimen, la obra era una continua crítica al sistema estalinista. Hay que entender que en la época en la que fue escrita la obra- en 1959- el régimen comunista seguía vigente y por lo tanto la posible publicación de la novela mostraría a toda la comunidad internacional los fallos del sistema soviético.

El autor de esta novela histórica, Vasili Grossman, es un autor de los llamados realistas, es decir, al contrario que autores romanticistas como Mariano José de Larra o Gustavo Adolfo Bécquer cuyo cometido era proveer de una enseñanza al lector, este escritor, periodista y corresponsal de guerra tiene como objetivo dar a conocer una realidad, en este caso la realidad de la Segunda Guerra Mundial, pero no pretende enseñar al lector. Es el lector el que tiene que crearse sus propias cábalas y sentir como justo o injusto lo que él crea conveniente, es decir, el objetivo de Grossman no es ser una especie de instigador de conciencias. También es importante comentar que el autor sigue la línea del realismo socialista para mostrar la cruda realidad. Este movimiento realista suponía una manera de plasmar los ideales del comunismo en el arte, en este caso en el arte de escribir. Es contrario a los decadentistas ya que, como se comenta en el libro, “ El realismo socialista es la afirmación de la superioridad del Estado y el decadentismo es la afirmación de la superioridad del individuo”. Además, Grossman como origen judío que tenía, se vio imbuido por esa ola de antisemitismo que se produjo en la URSS en 1949 cuando el régimen soviético inició una campaña ultranacionalista que privilegiaba el sentimiento nacional ruso, y que implicaba un ataque a los judíos acusados ahora de "cosmopolitismo" y falta de nacionalismo.

Todo este antisemitismo del régimen soviético movió a Vasili Grossman, entre otras razones, a escribir su obra Vida y destino, con claros tintes críticos hacia el sistema comunista. Sin embargo, además de la crítica hacia el antisemitismo ruso y a ese sentimiento ultranacionalista, Grossman realiza una feroz crítica a los sistemas totalitarios. No diferencia entre un sistema totalitario u otro, sino que se centra en la generalidad de este tipo de sistemas. De esta manera, y al ser una obra basada en un momento histórico tan importante como es la Segunda Guerra Mundial, Grossman nos muestra la severa realidad del fascismo y del comunismo, la extrema violencia con la que Adolf Hitler y Iósif Stalin intentaron imponer una ideología y una forma de vida que en la actualidad solo podemos ver en algunas dictaduras como las de los países africanos.

Vida y destino puede considerarse una novela de tipo histórico, ya que, aunque la trama y algunos de los personajes son inventados por el escritor judío, el hecho principal que narra es el de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, en torno a la Segunda Guerra Mundial, giran otros aspectos históricos que proporcionan a la novela ese carácter realista. Aparecen referencias a las colectivizaciones que llevo a cabo el régimen de Stalin entre 1928 y 1933 y que, como muestra la novela, supusieron enormes bajas humanas y grandes costos sociales. Otra realidad histórica que aparece en la obra es la batalla de Stalingrado, donde el autor narra de forma fidedigna lo que supuso para el avance de las tropas soviéticas hacia Ucrania la batalla de esta ciudad. Además de estos puntos históricos, en la obra aparecen multitud de escenarios e historias que, aunque no están basadas en personajes reales, bien podían ser fruto de la realidad. Algunos de estos ejemplos son: la vida en los campos de concentración alemanes, el camino que sigue un deportado judío hasta la cámara de gas, la excesiva burocratización del sistema soviético, la diferente percepción de la guerra por parte de un soldado que se encuentra luchando en el Frente y un oficial cuyo cometido es el de “leer mapas”, la utilización continua del Vodka, sobre todo en los campos de batalla, las cartillas de racionamiento… En general, estos puntos percatan al lector del conocimiento que Grossman tenía sobre el tema. Además, para contar todos estos problemas, se sirve de multitud de escenarios reales y de personajes, algunos reales y otros no tanto.

En su extensa obra tiene espacio para tratar multitud de aspectos de la guerra. Sale a relucir la literatura rusa, más en concreto la poesía ( Bedni, Fet, Leskov, Gógol…). También hace referencia a la frenética actividad periodística. Del periodismo se centra sobre todo en la censura y da a conocer dos periódicos que eran aceptados por el régimen soviético. El “Pravda”, periódico que sigue vendiéndose en la actualidad, y el “Estrella Roja”, un periódico o panfleto revolucionario. Además, para acercar la cultura soviética al lector, Grossman utiliza un vocabulario que incluye términos que solo son conocidos en la URSS. Algunos de estos términos son las isbas ( Casa de madera de abeto del norte de Europa y Asia), samovar ( especie de tetera rusa generalmente de cobre) o el kasha ( comida popular rusa compuesta de harina, de cereales y de agua o leche hirviendo), entre muchos otros conceptos.

Por otro lado, es interesante comentar que Vasili Grossman en su obra, lleva a cabo “saltos” de la historia inventada hacia reflexiones suyas que quiere que el lector sepa. Por ejemplo, en la primera parte del libro, el autor después de haber escrito parte de la historia, da un salto y deja de lado la historia de su novela para centrase en una reflexión propia en relación a la eliminación de los judíos. En su reflexión compara la muerte de los judíos, con el sacrificio del ganado. En este apartado también aparecen términos como libertad, sumisión o esperanza, conceptos que, de una manera o de otra, van apareciendo a lo largo de toda la novela. Otro de esos saltos que el autor realiza cuando el lector menos se lo espera, se encuentra en la segunda parte de la obra. En este caso, Grossman deja de lado la novela para centrarse en reflexionar y analizar la historia de las ideologías en el siglo XX. Critica a fondo a los sistemas totalitarios, aunque de una manera muy sutil.

En cuanto a los aspectos que hacen que la obra sea rica en recursos y con un estilo característico, además del ya comentado movimiento de realismo socialista del que estaba impregnado el autor, podemos destacar el uso constante de las descripciones. Utiliza unas descripciones capaces de incitar en el lector un acercamiento a la realidad que se muestra y provocar que el que lee, sienta como propio lo que está ocurriendo en la novela; son descripciones muy emotivas, muy sentimentales. Algunos ejemplos de estas descripciones emotivas, son el relato de la muerte de Tolia y el relato de la exterminación de unos judíos deportados. En este último caso se muestra el avance desde que son transportados en un tren, hasta que mueren en las cámaras de gas. Además, en estas descripciones el lado humano es importantísimo para el autor ya que, en lugar de centrarse en la “masa”, se centra en el individuo, en las historias personales de cada uno.

Otro de los “ recursos” que utiliza Vasili Grossman en su obra, es el manejo de un sinfín de personajes, tanto inventados como reales, y que poseen diferentes personalidades y diferentes concepciones e ideas acerca de un mismo problema. Es decir, una riqueza de los personajes y una riqueza en sus principios e ideales que hacen que la obra sea universal. De esta manera se muestra la realidad ante el lector desde todos los puntos de vista, unos divergentes con su manera de pensar y otros convergentes.

Respecto a al intencionalidad del autor, ya hemos comentado que el escritor se encuentra englobado en la corriente de autores realistas. Sin embargo, a pesar de ese realismo que muestra en sus obras, en mi opinión, además de pretender mostrar la realidad tal y como es, también quiere provocar en los lectores la reflexión y que estos pongan en duda lo que para ellos no ofrecía duda alguna. Se evidencia en esta línea su trabajo como periodista, ya que los periodistas en sus escritos exponían una realidad y eran los lectores los que llegaban a sus propias conclusiones a partir de la información expuesta por estos. En este caso ocurre lo mismo, el autor nos muestra la realidad y somos los lectores los que nos creamos nuestras propias conclusiones.

Para finalizar y a modo de resumen, podemos afirmar que tras la lectura de Vida y destino de Vasili Grossman, el lector es capaz de tener un conocimiento bastante amplio acerca de lo que supusieron para el mundo los estados totalitarios, más en concreto los regímenes de Hitler y de Stalin. Conoce la vida en el Frente, en la batalla, pero también la vida de millones de ciudadanos inocentes que perecieron en la Segunda Guerra Mundial; y lo conoce a través de las historias de Vasili Grossman y de sus descripciones fidedignas de los que supuso la Gran Guerra tanto para alemanes, en menor medida, como para los soviéticos, mucho más diezmados.
                               JORGE ROY MARTÍNEZ

1 comentario:

  1. Joder, qué interesante. Lo anoto por ahí, a ver si con suerte me da algún día por leerlo entre tanto ajetreo y distracciones diarias.

    Mola el post, muy bueno.

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